En pleno centro de Europa, rodeado de países que lo dejan prácticamente escondido, se encuentra el Principado de Liechtenstein. El Valle del Rin y los Alpes son los responsables de su terreno montañoso.
Con 160 kilómetros cuadrados, hay ciudades españolas más grandes que este país (Talavera de la Reina, en Toledo, mide poco más de 185 kilómetros cuadrados).
Pese a su ubicación, su clima es más suave que el característico de Centroeuropa: los inviernos tienen nieve y lluvia, pero no son demasiado fríos, y el verano es húmedo y caluroso. Otro aspecto curioso es que nubes y niebla están muy presentes en este territorio.
El ambiente rural y las tradiciones son objeto de especial protección en la docena de comunidades que componen Liechtenstein: la Sociedad Histórica del Principado se encarga de preservar su memoria histórica y cultural.
Uno de los grandes atractivos del país es el castillo de Vaduz, capital del país. Es propiedad de los príncipes de Liechtenstein desde hace tres siglos y tiene unos 700 años de antigüedad. Aunque no se puede visitar su interior, se puede disfrutar de unas espectaculares vistas del Valle del Rin.
Otra visita obligada es la Casa Roja, con un portal escalonado de estilo medieval.